El interior
Es una de las pocas casas modernistas que podemos encontrar en Madrid y su interior está considerado como una joya arquitectónica única en la ciudad.
Muy al estilo de Art Decó de los años veinte y bebido bajo la influencia de la escuela de Chicago que reordenó la forma de dividir los espacios comerciales y la visión formal de la arquitectura civil, Antonio Palacios creó el interior del edificio en torno a un patio central con escaleras cóncavas y convexas a los lados que dan acceso a las tiendas, despachos y oficinas a lo largo de 5 plantas.
El interior es iluminado fundamentalmente a través de una espléndida vidriera multicolor que corona el edificio y que inunda de luz natural todas las plantas a través del patio central.
Dos ascensores clásicos, típicos de principios del siglo pasado, con la cabina de madera, las puertas de los rellanos de hierro y malla acompañan a las 2 escaleras de caracol que dan acceso a cada planta.
El patio central, en cada piso, está rodeado por barandillas con pasamanos dorados y balaustrada en hierro fundido en negro que soportan el remate del parapeto de balcones.
El edificio cuenta en su cubierta con diferentes decoraciones clásicas tanto en las columnas de los vanos como en los nervios donde se apoya la vidriera. Encontramos bustos de escultura y ornamentos propios de neoclasicismo de finales del siglo XX.
Escaleras de caracol con peldaños en mármol blanco y cerámica oscura decorada en bajo relieve para la tabica crea un contraste muy conseguido.
Las curvas provocadas por las balconadas del patio central juegan con las columnas centrales del patio y crean una yuxtaposición de líneas rectas, cóncavas y convexas dan un ritmo exquisito a la visión del conjunto.
El rasgo más característico es la búsqueda de cohesión interna mediante la disposición de un espacio común en el punto central de todo el edificio.
Presenta una planta cuadrangular de lados desiguales. En el eje, se sitúa la escalera de doble tiro y un patio central en torno al que se distribuyen las cuatro alturas.
El exterior
Una combinación entre elemntos clásicos con otros formalmente novedosos crean una imagen original y pintoresca que con el paso de los años se ha convertido en un referente de la calle Mayor y Arenal de Madrid.
El exterior es de orden monumental de diseño clásico pero con soluciones modernas al estilo americano años 20. Está compuesto por tres cuerpos horizontales, uno central predominante y dos laterales, más estrechos rematados con dos torretas que definen la composición de edificio y aportan simetría a la fachada. La fachada se desarrolla en torno a un pórtico completo sustentado por columnas clásicas, entre las cuales se definen los diferentes locales comerciales mediante miradores de hierro y cristal proyectado expresivamente hacia el exterior que se yuxtaponen con las columnas, creando un conjunto de órdenes gigantes de columnas de estilo clásico adosadas.
El edificio tiene dos fachadas, siendo la principal la de la calle Mayor y otra que da a la calle arenar. Ambas, son el resultado del estudio y la resolución del arquitecto Antonio Palacios para dotar al conjunto de una coherencia funcional y formal para el fin comercial con el que ideo el proyecto dentro del contexto urbano de la época.
La fachada no intenta destacar sobre el resto de inmuebles del entorno sino reflejar la función del edificio, aunque mantiene un cierto clasicismo utilizando columnas pareadas de orden gigante, que combina con el uso de nuevos materiales, como hierro y vidrio, en los miradores encastrados entre ellas.
Situación
El edificio tiene su entrada en el número 4 de la calle Mayor, en el distito centro de Madrid.
Las principales formas que tienes para venir a conocer el edificio son:
• Metro de Madrid: Sol (L1, L2, L3)
• Autobús EMT: 002, 5, 6, 15, 20, 26, 32, 50, 51, 53, 65, 150, SE712, N16, N26, M1
• Cercanías: Madrid-Sol
• Alquiler de bicis (BiciMAD) Stazioni: 1, 25, 31, 33, 56
Aunque también puedes aprovechar y hacer esta ruta que te proponemos por los edificios del arquitecto que realizó la Casa Comercial Palazuelo: Antonio Palacios.
Plano del la planta del edificio con los cuatro lados desiguales y las dos fachadas exteriores que se corresponden con los locales comerciales del interior.
Antonio Palacios
Responsable de algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid construidos durante la primera mitad del siglo XX, Antonio Palacios es considerado hoy una de las figuras más importantes de la arquitectura moderna española.
Su legado está presente en edificios tan emblemáticos de Madrid como el Palacio de Comunicaciones, actual Ayuntamiento de Madrid, el Círculo de Bellas Artes de Madrid o el Hospital de Jornaleros de San Francisco de Paula entre muchos otros.
Nacido en Galicia en 1874, estudio arquitectura obteniendo el título en 1900 y comenzó su trayectoria profesional colaborando con su amigo y compañero de universidad, Joaquín Otamendi presentándose a algunos concursos arquitectónicos importantes.
Quedó finalista en el concurso del diseño del casino de Madrid y en el proyecto final se incluyeron algunas de sus propuestas para la escalera que hoy distribuye el edificio.
El prestigio lo ganaron a partir de 1904, año en que fueron designados para diseñar el Palacio de Comunicaciones en Madrid. Obra que posteriormente se convertiría en uno de los edificios más representativos de la arquitectura de la ciudad. En ella quedó plasmada algunas de las características de la arquitectura de Palacios, como su capacidad para absorber y sintetizar diversos estilos, la búsqueda de la expresividad a través de los materiales o el tratamiento racional de las estructuras.
Cosechó amistades e influencias entre la burguesía madrileña y el sector de la construcción y las obras públicas. Hecho que le llevó a colaborar con la Compañía Metropolitano Alfonso XIII y desde 1919 hasta su retirada trabajó como arquitecto de la compañía diseñando la línea decorativa de los vestíbulos y pasillos, las bocas de entrada y los pabellones de acceso de Sol y Red de San Luis, así como una serie de edificios auxiliares, ente los que se encuentra la Estación Eléctrica de Pacífico.
Durante las dos primeras décadas del siglo XX, Antonio Palacios compaginó sus grandes proyectos monumentales con la construcción de viviendas y locales comerciales. De estos últimos destacan la Casa Comercial Palazuelo (1919-1921), el edificio Matesanz (1919-1923), el Hotel Avenida (1921-1924) o el desaparecido Hotel Florida (1922-1924), muestras de una arquitectura metropolitana inspirada en los grandes edificios norteamericanos, en las que además comienza a experimentar con la utilización de nuevos materiales. En esta misma línea se enmarcaba el Banco Mercantil e Industrial (1932-1941), último edificio que proyecta en Madrid.
Antonio Palacios Ramilo
8 de enero 1874, Porriño, Pontevedra – 7 de octubre de 1945, El Plantío, Madrid.
Antonio Palacios es un referente en Madrid igual que Antonio Gaudí lo es en Barcelona.
Entre muchas de las obras que realizó podemos destacar:
Palacio de Comunicaciones
(1904-1919) Plaza de Cibeles.
Banco Español del Rio de la Plata
(1911-1918) Calle Alcalá, 49.
Círculo de Bellas Artes de Madrid
(1921-1926) Calle Alcalá, 42.
Hospital de Jornaleros
(1909-1916) Calle Maudes, 17.
Casa Comercial Palazuelo
(1920-1921) Calle Mayor, 4.
Uno de los arquitectos más importantes e influyentes en España durante la primera mitad del siglo XX
Fachada del ya desaparecido Hotel Florida de Madrid.
Respiradero del Círculo de Bellas Artes en Madrid.
El interior de la Casa Comercial Palazuelo.